Al igual que la leche en polvo convencional, se utiliza en la elaboración de batidos y helados como materia prima reguladora del extracto seco, y en preparaciones alimentarias en las que intervenga una base láctea desnatada como elaborados cárnicos, pastelería y precocinados. Se diferencia de la leche en polvo estándar por su facilidad de disolución.
Modo de conservación
Consumir preferentemente antes de 24 meses desde la fecha de fabricación. Se recomienda conservar en un lugar freso y seco, entre 10ºC-25ºC.
Formato disponibles
- 25kg Saco
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